domingo, 3 de julio de 2011

Teror patea por Cantabria

Jueves 23 de Junio de 2011

Organizado por la  Concejalía de deportes del Ayuntamiento de Teror, hemos realizado un pateo por la España Peninsular.

Después de volar a Bilbao, vía Madrid; nos dispusimos llegar a Cantabria en dos vehículos Mercedes,  de nueve plazas.



Tomamos la Autovía A.8 del Cantábrico hasta llegar a Santander y proseguir hacia Ontaneda en San Vicente de Toranzo, donde nos hospedamos en el Hotel Posada del Pas. Al llegar, nos esperaban nueve compañeros más,  que se nos habían adelantado en el viaje.








Después de alojarnos y cenar, nos acercamos al centro de Ontaneda. Se celebraban las hogueras de San Juan,  con baile y fuegos artificiales incluidos. Allí movimos el esqueleto hasta el agotamiento;  así como Rafael nos dio muestras de su buen humor. Las fotos de esa noche solo es un testimonio de lo que vivimos, porque quedaron fatal.


















¡Viva San Juan Bautista!                    ¡Viva!
¡Viva Teror Patea por Cantabria!       ¡Viva!

Asturias - Picos de Europa – Subida a Bulnes - Pico Urriellu

24 de Junio de 2011


Salimos muy temprano en dirección a Asturias, para ir a Los Picos de Europa. Hicimos una parada en Arena de Cabrales para comprar bocadillos, agua y fruta. Había aquí un punto de información con paneles informativos que estuvimos observando.
















Continuamos hacia Poncebos, donde está situada la Central eléctrica de Camarmeña.  Aparcamos los vehículos, en la parte superior de la entrada al Funicular que va a Bulnes a través de un túnel. Desde allí pudimos observar unas preciosas vistas de Poncebo.  Cruzamos el puente sobre el Río Cares, para continuar carretera arriba, siguiendo el curso del río que bajaban sus aguas.  















A la derecha, subía la carretera que va a Camarmeña, donde hay un mirador del Picu-Urriellu. Atravesamos un pequeño túnel y enseguida vimos un poco,  la silueta del Picu-Urriellu.










Seguidamente, encontramos un panel informativo, desde donde parten varias rutas: la Ruta del Cares, que va desde Poncebos a Caín en León, atravesando los picos de Europa por medio de un desfiladero a lo largo del río. La Ruta de la Reconquista, que llega hasta Covadonga en una de sus etapas que llega al Lago Ercina, donde hace tres meses tuve la oportunidad de visitar. Finalmente,  la subida a Bulnes que es la ruta que íbamos a realizar.



Descendimos para cruzar de nuevo el Rió Cares, a través del antiguo y estrecho puente de La Jaya.







Muy cerca está una cabaña como punto de referencia. Comienza la ascensión, para luego llanear hasta cruzar el Puente de El Zardo y seguir el río por su margen izquierdo, con un camino empedrado de piedras muy gastadas.









En lo alto divisamos la luna, que fuimos viendo a lo largo de la mañana. También divisamos Carmarmeña, apenas perceptible por los reflejos del sol.







Entre la sombra seguimos nuestra prolongada ascensión, disfrutando de la vegetación, el sonido del agua, y el canto de los pájaros.




















Finalmente llegamos a una zona en la que predominaba el sol, encontrándonos con una cabra de ubre atrofiada, a la que le gustaban las galletas. Desde aquí se observaba Carmarmeña, ahora por debajo del lugar en que nos encontrábamos. Después de esperar por el resto de compañeras proseguimos  nuestro pateo.







Ahora el camino se hizo más llano, hasta llegar al   “Puente del Jondeyón” o Puente de Colines.






Aquí se divide la ruta: a la derecha y cruzando el puente se va hacia Bulnes de arriba o barrio del Castillo y Amuesa. A la izquierda seguimos hacia Bulnes. A poca distancia, encontramos la entrada al  túnel del funicular que viene y va desde  Poncebo.










Seguimos pateando y ya  estamos ya en Bulnes La Villa. Seguimos luego  hacia el mirador del Picu-Urriellu. Desde allí pudimos verlo tan majestuoso.  Fue todo un merecido premio.























Otro premio fue sentarnos a comer y descansar un poco, para continuar hacia Bulnes de Arriba y bajar por el otro lado, hasta llegar de nuevo al puente de Colines. A partir de aquí, el grupo siguió pateando  hacia Poncebo por donde mismo habíamos venido.



















¡Pero un reducido grupo nos “aventuramos”  a bajar en el Funicular! Fue toda una experiencia. 










Muy poco tuvimos que esperar por nuestros compañeros, ya que bajaron rápidamente, como si tuvieran alas. Luego nos fuimos a tomar unas cervecitas que bien que nos la merecíamos.